Cristina Pérez. Su regreso a la televisión y el inminente debut en LN+: “Siempre quise tener un programa con mi propia impronta”

Luego de un año de ausencia de la televisión, la periodista se suma a la nueva grilla de la señal de noticias de LA NACION con un programa propio donde la acompañará un equipo de destacados profesionales

lega a la redacción de LA NACION y la transita con la seguridad de quien pisa un territorio conocido. Cristina Pérez está hecha de noticias. Así fue siempre, desde que era una niña y jugaba frente al espejo de su casa a conducir un noticiero o, ya siendo adolescente, trabajando precozmente en una radio de San Miguel de Tucumán, la bella ciudad donde nació.

“Feliz de ser parte de la familia de LA NACION”, sostiene la periodista con una mezcla de orgullo, emoción y expectativa ante el nuevo desafío. Desde este lunes, a las 19, estará al frente de Siempre+, el espacio de la señal de noticias LN+ que devolverá su pensamiento y su sobria, pero determinada, forma de comunicar la actualidad.

-Alguien bautizó el horario que ocuparás como “el regreso”, un momento de resumen de la jornada, pero también de anticipo de la agenda que viene. ¿Por qué aceptaste la propuesta de volver a la televisión y a través de LN+?

-Cuando me llamó Fernán Saguier y cuando luego hablamos con Esteban Talpone y Luis Majul, sentí algo que no tiene una explicación lógica: el fuego sagrado, el deseo, el llamado de la selva. Cuando sentís que algo lo deseás profundamente y que es lo que estabas esperando, lo demás es fluir. Hice todo para que pudiera ocurrir, porque, obviamente, tengo vínculos con otras compañías periodísticas y había que hacer muchas cosas para que esto fuera posible.

Siempre+ es una afirmación con muchas resonancias.

-Es afirmarse todos los días, es una actitud de vida.

-¿Quiénes te van a acompañar?

-Desde hace ocho años que le propongo trabajo a Diego Cabot en radio y siempre me dijo que no, me plantó. Voy a estar con él, lo admiro muchísimo.

Además de Cabot, formarán parte del equipo Florencia Donovan “la primera mujer en tener su editorial económico, una vez por semana, en un diario como LA NACION”; Camila Dolabjian, “quien ya estaba en LN+, es una joven revelación, la vi haciendo sus primeros pasos en radio, me encanta su energía y la siento feliz haciendo investigación judicial y también breaking news”; y Facundo Chaves “nuevito como yo en el canal, pero no en los medios, un periodista político de gran carrera”.

Al mencionar a sus compañeros, Cristina Pérez no duda en reconocer que “tenemos un gran equipazo, es un orgullo y un desafío esta mesa; las mesas buenas te mejoran, te desafían como conductor y periodista para estar a la altura”.

-¿Qué significó la marca LA NACION en tu vida?

-Creo que un destino.

No es azaroso que hable de destino esta mujer de 51 años que siempre encontró en el clasicismo shakespeariano un modo de entender la vida. “El Bardo de Avon” tomaba la idea del destino para tejer los hilos de conflicto de sus personajes y el entendimiento de la existencia. Ese destino que puede ser una consecuencia del azar o una construcción elaborada. A Cristina Pérez mejor le cabe la segunda posibilidad.

-Hay que creer en el destino.

-Siento que fue tan natural la sensación de pertenencia que es como que hubiera caminado para esta situación particular de mi vida, donde el fruto estaba maduro para dar un paso diferente, un paso con firma.

-¿Cómo se afronta un nuevo paso a esta altura de la vida y de la profesión?

Vivo las cosas con mucha adrenalina, es una sustancia que me habita, respiro adrenalina, pero de la buena, entonces todos los sentimientos se canalizan en esa especie de energía eléctrica. Creo que siempre tiene que haber nervios antes de un estreno, mariposas, euforia, tensión y todo lo que implica dar a luz. En este caso, además, para mí es volver.

La periodista remarca esta coyuntura, por cierto, inédita en ella: “No había dejado de hacer televisión en 32 años”. Este lunes regresará a ese ecosistema que le es tan propio: “Siempre pensé que la cámara era como mirar a alguien a los ojos. La cámara, para mí, es un vínculo, es una relación que existe y se construyó a lo largo de todo este tiempo, las relaciones están hechas de tiempo”.

Pérez no duda en explicar que “siento que esto me acerca, ya que voy a ser yo y ya no la cara institucional de un noticiero, que es una maquinaria muy grande a la que uno debe servir; poder ofrecer mi impronta periodística a la gente, mi mirada de la realidad”.

-En la construcción que has hecho a lo largo de los años hay una cercanía, una credibilidad, donde la gente te siente empática.

-Vivimos un momento en el que hay que aprender, desaprender muchas cosas y conectarnos en nuestro tiempo. Entonces es hacer periodismo desde el registro de hoy que es un registro más llano, donde nuestros oyentes o teleespectadores también son emisores de información, emiten sus opiniones en las redes, construyen historias; nos encontramos en un mano a mano y eso nos da la oportunidad para romper formatos, romper formas de dirigirnos a los demás, hacerlas más coloquiales, sin dejar de buscar el relieve, el nivel del contenido y de la palabra. Sacarnos las máscaras de la corrección. La cercanía de este tiempo la tenemos que vivir con la gente.

-Nunca fuiste distante. Manteniendo tu profesionalismo, siempre diste a entender qué te pasaba con eso que estabas contando, un capital que la gente respeta y le atrae.

Lo que más quiero es poder ser totalmente auténtica. Creo que todos los seres humanos nos pasamos la vida tratando de ser nosotros mismos; si tenemos la oportunidad de ser nosotros mismos expuestos -porque hacemos un trabajo por el que nos ven- entonces seamos nosotros mismos tras la cámara. La tecnología nos ha permitido desandar las poses que tenían los grandes medios y volvernos más nosotros. En ese sentido, hay una gran oportunidad de humanizar. Siento que es una etapa evolutiva para todos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *